domingo, 6 de septiembre de 2009

El dia que se jodio mi vida x1

Supongo que lo primero es presentarse. Me llamo Tamara, Tami para los amigos. Evidentemente “él” no me llama Tami, porque “él” no es mi amigo. De hecho le odio. Sisisisi, le odio con todo mi ser. Cabronhijodetumadreojalatepudrasenelinfierno…Si, tú, si, tú, tú, que Jodiste Mi Vida, con mayuscula. Tú, Asqueroso Idiota, con mayuscula. Tú, Mayusculo Imbecil, con… si, con mayuscula [u.U”]

Vale, me sereno. Oooooom. Oooooooooom. El 80% de las personas estresadas no llegan a los 70. Que lo he leido en la Cuore. Y si lo dice la Cuore, sera verdad.

No puede relajarme. No podré hacerlo mientras tú existas. Tú, mayusculo Imbecil. Tú y tus manías anti-higienicas. Beeeej. Me das asco. No, lo siguiente. Me das mucho asco.

Lo intentaré otra vez.

Me llamo Tamara, soy una chica de 16 años. Podeis llamarme Tami (Tú no, Mayusculo Imbecil, para ti yo no soy nada) Soy sana, alegre, simpatica, sana, agradable, inteligente y… sana. Si, no tengo casi ningun defecto. Modestias aparte, no tengo defectos. [(H)]

Mi pelo (mi suave y sedoso pelo) es rubio. Pero rubio natural ¿eh? Nada de agua oxigenada ni cosas asi. Yo soy toda natural. Tengo los ojos azules, como coresponde a una buena rubia. Y mi estatura… en fin, es la normal en una chica de 16 años.

Ahora que ya sabeis lo perfecta y encantadora que soy, puedo contaros mi historia. Es triste y desgraciada pero espero que la aprecieis.

Hace poco, llegue nueva a la ciudad. Bueno, no, hace poco no, hará tres meses, tiempo suficiente para conocer al tipo mas despreciable del lugar y darme cuanta de cómo eres, Mayusculo Imbécil.

El Día que se Jodió mi Vida, el DJV para abreviar, fue un 16 de septiembre, el primer día de curso. La noche anterior estaba nerviosa asi que me dormí tarde… y me desperté tarde.

A toda prisa, ya que odio llegar tarde a ningun lado (una de mis muchas virtudes es la puntualidad) me vestí (pitillos vaqueros y la camiseta de “I love my boy” por la que venderia a mi abuela) desayuné (unos Chocapic’s, estan de vicio) di un beso a mi madre (soy buena hija) y bajé corriendo a la calle (con cuidado de no despeinarme)

Estoy segura de aquel fatidico dia bati algun tipo de record de velocidad por las calles camino del colegio, tal vez algo comparable a Usain Bolt o Asafa Powell. Claro, ya se lo que pensais, como soy una chica y ademas rubia, no puedo saber de deportes ¿verdad? Pues que sepais que soy una chica muy inteligente y culta. Que hay veces que hasta leo las letras grandes de la Cuore, que no solo miro las fotos.

El caso es que, gracias a mi encvanto personal y mi suprema inteligencia, conseguí, no solo encontrar el colegio sino tambien el aula 204, donde se suponía que estaba la clase B, la mia. Inspiré hondo y piqué a la desvencijada puerta de madera.

Me abrió un tipo de unos cuareta años, con rastas grises, ropas multicolores y una pinta de fumado del quince.

-¿Si?

-Estoy… estoy buscando la clase 204.-balbuceé apabullada por el olor a incienso que despedía aquel hombre.

-Ajá.

Nos sumimos en un silencio incomodo.

-¿Es aquí?-acerté a preguntar.

-Si-dijo tranquilamente.

Nuevo silencio.

-¿Aquí esta la clase B?

-Claro.

-La B es mi clase.-insistí a ver si captaba mi indirecta.

-Aaaah…

-No, la B- le corregí. Ese tipo me daba pena. A lo mejor era el día de “Conozcamos los horrores de la calle”

Por su parte, el rastafari me miraba con una curiosidad malsana. Como si fuese un bicho metido en formol. O sea, que yo era el bicho, se entiende. Si él estuviera metido en formol, tendría mejor aspecto pero no podría mirar mal a nadie.

-Creo que si yo soy de la B y la B está ahí dentro… yo debería entrar.-pensé en voz alta. A lo mejor a mi mente privilegiada se le escapaba algo importante.

Para mi alivio, el hippie pasado de rosca me dio la razon.

-Es lógico-asintió.

Nos volvimos a quedar en silencio. Dentro del aula se oyó una risita.

-Tal vez… tal vez podríamos arreglar esto.

-Tal vez.

-Tal vez si entrara…

-Puede que si.

Silencio.

-¿Puedo pasar?

-¡Claro!

Me abrió la puerta de par en par y entré exultante. Había resuelto u problema complejo con la sola ayuda de mi ingenio y carisma.

El aula era tal y como la imaginaba: con pupitres de la Segunda Guerra Mundial, paredes blancas y vacías como un campo de exterminacón nazi y llena de adolescentes hiper-hormonados como un frente de batalla.

Decidí presentarme delante de todos, para hacer ver lo que era (soy): nueva reina del cotarro.

-Hola, me llamo Tamara-sonreí- Soy nueva, vengo de una ciudad mas grande y con mas estilo. Mi madre es una empresaria de éxito asi que nos mudamos mucho. Espero que nos llevemos bien y seamos amigos. Por cierto…-paseé la vista a mi alrededor- ¿Dónde está el profesor? –no se veía a ningun adulto, solo al hippie trasnochado que seguía junto a la puerta con sonrisa bobalicona.

-Es él.-un tipo rubio de la penúltima fila, buenisimo, me señaló al hippie. Decidí no hacer comentarios y fui a sentarme junto a él ya que (oh, milagro) estaba al lado del único pupitre libre.

El tipo rubio me encandiló desde el primer momento. Alto, fuerte, con músculos de acero y sonrisa fácil. Desgraciadamente, NO eras tu, Mayúsculo Imbecil. No, tu saliste de detrás del tipo rubio.

-Hola –me sonreiste.

Si no te odiara, diria que a partir de aquella sonrisa, mi vida, cambió, que marcó un antes y un después, que empecé a regalarte cada latido de mi corazon y cada respiración de mis pulmones.

Pero te odio. Entonces es que me diste grimilla.

-Hola –no te sonreí. Y no porque se me hubiera olvidado por culpa de la perfeccion de tus labios, no, sino porque me dabas asquito.

-Me llamo Johan. Yogui para los amigos… y para ti.-sonreiste otra vez.

-Anda, como el oso.-estaba muy orgullosa de mi cultura televisiva y no desperdiciaba ocasión de demostrarla.

-Si…-la sonrisa no se iba de tu cara.

a)Si no te odiara: esa sonrisa me encandilaba. Sentía que como me mirases a los ojos una vez mas caeria rendida a tus pies, te regalaria mi vida y mi verdad por verte sonreir una vez mas.

b) Como te odio: me diste repelus.

El timbre sonó.

-Ale, ‘ta luego-dijo el hippie mientras dibujaba florecillas de manera distraida en la pizarra.

-Oye, si quieres te enselo donde es la proxima clase.-dijiste.

Ahí te cale. Yo soy una rubia muy lista, que lo sepas. Tu querias ligar conmigo. Sonreí satisfecha. YA estaba integrada en la clase.

2 comentarios:

  1. cris, m encantas xDDDD
    ya podiais haberme avisado d q estabais escribiedo esta historia las dos ¬¬ xro como m encantó os lo perdono xq yo molo (HH) xDD

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  2. dios mola huevo i migaja:) (alemanes, x supuesto xd)

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