El tango de Roxanne

La voz rota clama desesperada. Se ha ido, se ha ido y no va a volver. Es de otro, de otro mejor. Se ha vendido por un par de abrigos y la certeza de comer caliente cada noche.

Oh, ¿por qué te has ido? Me has dejado en la soledad mas absoluta y ya no soy nada. La lluvia cae pero no tiene sentido; no estas aquí para verlo conmigo.
Oh, ¿Por qué? ¿Por qué? Solo creeme si te digo que te quiero. Creeme porque es la verdad. Solo te necesito a ti.

Sus manos grandes en la suyas, delicadas y blancas. Esta vision le vuelve loco. Loco de rabia, loco de dolor. Peor loco al fin y al cabo. Sale a la calle. Le llaman desde todas las esquinas pero él no puede hacer nada sino gritar su nombre. Ni siquiera recuerda el suyo propio.

No puede luchar contra sus propios sentimientos. Su voz ronca aun llama. Su corazon se cae a pedazos. Hubo un tiempo el que pensó que estaba muerto. Ahora ya sabe que no es verdad. Ese dolor tan grande solo puede provenir de algo vivo.

Gran y ñoño deliro que me ha entrado, por favor, no me lo tengais en cuenta, es que me pongo a escuchar canciones sensibleras y claro, esto es lo que pasa.

Moraleja: no dejeis a Crisis escuchar canciones de Moulin Rouge.